HISTORIAS PARA NO DORMIR
Rachel no creía en fantasmas, ni en zombis, ni en brujas, ni en vampiros, ni en hombres lobos…o cualquiera de esas criaturas entre mágicas y sanguinarias que van por el mundo intentando fastidiar lo más posible a los mortales humanos.
Rachel se mofaba del miedo de los demás y disfrutaba con las películas de terror.
Rachel no creía hasta que sucedió aquel trágico suceso que le cambió la vida para siempre.
El desencadenante fue una película, Pesadilla en Elm Street, que había visto en casa de una amiga protagonizada por el horripilante Freddy Krueger, que nace en las pesadillas de los niños y adolescentes para asesinarlos, teniendo así sus actos repercusión en la vida real. Nada más salir en pantalla con su caracterización física: un rostro desfigurado, un sombrero ajado, un jersey de rayas verdes y rojas y un guante de cuchillas que él mismo ha elaborado, su amiga Alice comenzó a chillar, lo que hace siempre, mientras Jodi se tapaba los ojos con un cojín. El resto se arrebujaban unas con otras y Rachel las contemplaba asombrada de que aquella pantomima les produjera tanto espanto. Al fin y al cabo era una película y en la realidad no ocurren esas cosas, se decía. ¿Cómo se podían asustar de algo que sólo existía en la sádica y horrenda mente de unos guionistas? Al concluir la película se marcharon a tomas una pizza y concluir la noche del viernes.
Al llegar a su casa, la encontró vacía. Sus padres estaban de viaje. Se duchó y después fue a la cama a leer un rato mientras regresaba su hermana, con la que compartía el dormitorio. Al poco apareció Sandra, cansada y muerta de sueño y le obligó a apagar la luz. En la oscuridad, y nunca le había ocurrido, le vino a la mente la imagen de Freddy, que rechazó con un rápido parpadeo. Entraba en el sueño, y volvió a ver su cara y ya nada más hasta que despertó. Era de madrugada y tenía una intensa sensación de ahogo, como si alguien la estuviera estrangulando. Intentó calmarse, no lo logró. Había tenido una horrible pesadilla, soñaba con Freddy. Éste se adentraba en la habitación, que reconoció por las cortinas de flores y la estantería de libros y se dirigía hacia Sandra para matarla con sus cuchillas. Rachel quería gritar pero nada salía de su garganta, algo o alguien se la agarraba con fuerza hasta dejarla sin respiración. Veía a su hermana luchando con él, sin escape alguno, las afiladas hojas impactaban una y otra vez en su cuerpo, en la cara, y las sábanas se teñían de sangre, hasta que la dejó moribunda. Se apresuró a encender la luz y el horrendo espectáculo que contempló superaba con creces a lo soñado. Su hermana, acuchillada, moribunda y con unos enormes ojos abiertos que encerraban el espanto de lo que le habían hecho. El color rojo de la sangre la mareaba, quería ir hasta su lado pero no podía, entonces una casi imperceptible musitación salió de los lívidos labios de Sandra: ¿Por qué lo has hecho? Entonces, bajó la vista hacia sus manos que agarraban fuertemente un cuchillo de cocina, para comprobar que tenía el camisón empapado de sangre y de nuevo sintió que algo atenazaba su garganta, porque no se escuchaban los gritos que emitía con todas sus fuerzas.
Me culparon por un asesinato que no cometí, repite ella, muy segura.
El doctor que la atiende le explica que en su enfermedad a veces se mezcla la realidad con la fantasía y que puede ser que alguien, alguna voz, le ordenara matarla. Lo niega. Sabe que no es verdad.
Está convencida que Freddy mató a su hermana y que la castiga por no creer en él. Ahora le aterroriza dormir, nunca lo hace por la noche, y se pone el despertador cada poco tiempo, por si se duerme, para no llegar a soñar. No quiere que vuelva Freddy a sus pesadillas. Piensa que ese monstruo se ha apoderado de su mente y busca instalarse en su cuerpo.
© MJMoreno 2010
Rachel, ahora, cree en fantasmas, en zombis, en brujas, en vampiros, en hombres lobos…o cualquiera de esas criaturas entre mágicas y sanguinarias que van por el mundo intentando fastidiar lo más posible a los mortales humanos. Con ella lo consiguieron, su vida se ha vuelto una Pesadilla en Austin State Hospital (1)
(1) Austin State Hospital:Hospital psiquiátrico del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas en Austin, Texas, Estados Unidos.
Mas pesadillas en el blog de Teresa
© MJMoreno 2010